Ir al teatro siempre ha sido para mí un motivo de felicidad. Desde que era pequeña, ir a ver alguna obra con la escuela suponía que era un día para disfrutar, y cuando en alguna ocasión mi madre me llevaba, se convertía en un día muy especial. El pasado fin de semana, con motivo de mi cumpleaños, me invitaron a ver esta obra en concreto.
Reflejos de la vida a través de una ventana es una obra de teatro alternativa y es sencillamente fantástica. Impresiona ver cómo un reducido grupo de personas, en una sala, también de reducido tamaño, son capaces de hacer una representación tan precisa de la sociedad actual.
La obra trata sobre un grupo de personas, que no se conocen de nada pero, por cosas del destino, sus vidas terminan entrelazadas de la forma más fría que esta sociedad nos ha enseñado, hasta el punto de que a ninguno realmente le importa la vida del otro.
La obra termina con un final maravilloso, un final de los que les gusta a los profesores de DAI, llegado el momento las luces se apagan y el público no sabe si ha terminado la obra hasta que los actores salen cogidos de las manos y dan varias vueltas por el escenario saludando y despidiéndose.
Desde luego recomiendo, no solo ir a ver esta obra, si no ir al teatro con cierta frecuencia, al menos una vez cada mes o dos, es una experiencia única.
Comments